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27/12/2014 - 21:12:03 hs.

Cuando la música se convierte en alegría y esperanza cotidiana

Cuando la música se convierte en alegría y esperanza cotidiana  En la comunidad de Villa Aurora, un barrio periférico de la ciudad de Olavarría, se desarrolla desde el año 2001 un proyecto de música que logró un gran reconocimiento a nivel local y regional; contribuyó a disminuir la deserción escolar y a transformar la imagen institucional. Los/as adolescentes y jóvenes que asisten a la institución pertenecen a una población de alta vulnerabilidad social.

Frente a las serias dificultades que se vivían en las escuelas de los barrios humildes en 2001, los docentes de la escuela primaria N° 65 de doble escolaridad, buscaron alternativas para convocar a los/as estudiantes a continuar sus estudios, reducir la violencia y sentirse parte de la institución educativa.

En ese marco, en 7º año, y ante la demostración de las capacidades para ejecutar ritmos que movilizaban a los/as estudiantes, se propuso armar una murga con latas y baldes de plástico. Los logros fueron notables, la situación de violencia que se vivía se fue transformando poco a poco en ritmos y canciones. La relación entre pares y con los docentes mejoró significativamente, situación que se trasladó a la cotidianidad del aula, permitiendo un buen desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje en el resto de las áreas.

Pero no sólo los progresos se dieron en el plano de las actitudes, sino que en el aspecto musical la murga, empezó a llamar la atención en el ambiente escolar y en el público de Olavarría. Tanto así fue, que llegó a participar del Primer Encuentro de Bateristas y Percusionistas de Olavarría, un importante evento a nivel regional. 

En 2002, tanto los/as estudiantes que ingresaban a 7° año como los que pasaban a 8° año (ex Polimodal) quisieron continuar el proyecto. Se incorporaron nuevos instrumentos, puntualmente sikus (construidos con caños que se utilizan para instalaciones eléctricas). Así, la murga se fue transformando en banda de Sikuris. Se empezó a incorporar un repertorio de canciones pertenecientes a la música andina, junto con contenidos sobre la cultura de los pueblos originarios, su historia, sus costumbres, su interpretación del mundo, su relación con la naturaleza, los valores de la vida comunitaria, sus manifestaciones artísticas, el paisaje andino, la geografía… Estas cuestiones aportaban un interés adicional, entre otras cosas, porque la escuela recibe a estudiantes pertenecientes a una comunidad boliviana cercana al barrio. 

Los nuevos conocimientos, los progresos musicales y el notable mejoramiento de las relaciones interpersonales sostuvieron el interés de los/as estudiantes y despertaron el entusiasmo y participación de sus familias, quienes se encargaban de organizar actividades para reunir fondos y comprar nuevos instrumentos. 

Con la sanción de la Ley de Educación Nacional, el 7° año pasó a formar parte de la escuela secundaria, entonces, el proyecto continuó en la Escuela Secundaria N° 9, Anexo N° 2 (que funciona en el mismo edificio que la Primaria N° 65). En la actualidad, y a diez años de la iniciación de este proyecto, “Los Sikuris”, es una banda integrada por jóvenes músicos cuyas edades oscilan entre los 12 y los 22 años (todos los años se ofrece la participación a los chicos que ingresan a primer año de la secundaria). Cantan y ejecutan sikus, quenas, anatas, guitarra, bajo, percusión, charango y ronroco. Todos aprendieron música en la banda. Cuentan con un amplio repertorio de canciones propias de los pueblos originarios de los Andes, Noroeste argentino, Bolivia, Perú y norte de Chile, muchas de estas canciones se interpretan en quechua. 

En este sentido se destaca la aceptación y valoración que tienen los/as estudiantes de origen boliviano en el grupo. Porque, aunque llegan sin saber música, conocen y bailan a la perfección los ritmos que toca la banda y fundamentalmente conocen el idioma quechua, por lo tanto se encargan de traducir y corregir la pronunciación de los temas que están en esa lengua.

En 2008 viajaron a Jujuy, la cuna de la música de los sikuris, gracias al trabajo del grupo (estudiantes, padres y docentes) y participaron de las variadas actividades artísticas que se realizaron durante el año: conciertos, festivales y peñas que permitieron reunir el dinero necesario para el viaje. Fue una experiencia formidable donde los chicos pudieron vivenciar todo aquello que conocían a través de las clases o de las letras de las canciones: subieron a “los cerros pintarrajeados”, vieron la “flor del cardón”, cruzaron el Huasamayo (río de Tilcara), participaron de “fiestas de La Quebrada”, tocaron en la plaza de Tilcara, en Humahuaca, y visitaron un taller de construcción de instrumentos en Maimará. Luego de esta experiencia se dio un notable crecimiento musical del grupo y un gran fortalecimiento de los vínculos interpersonales. 

Actualmente la banda participa en las fiestas de la escuela y la comunidad. Sus integrantes son reconocidos como artistas representativos de Olavarría, junto a los grupos locales más destacados. Grabaron cuatro discos, los temas del último de ellos, “Kollawayra, viento del sur”, se escuchan habitualmente en las radios locales. Los recitales de la banda cuentan con una importante y cada vez más creciente afluencia de público. 

Además el proyecto ha trascendido los límites de la ciudad y tiene también una presencia importante en los medios de la zona. “Los Sikuris” participan en fiestas, festivales y recitales en distintas localidades del partido, la zona rural, Tandil, General Lamadrid, Laprida, La Plata y General Guido. 

A lo largo de los años el proyecto ganó diferentes premios otorgados por instituciones estatales y empresas privadas, lo que permitió adquirir instrumentos de muy buena calidad, equipos de sonido e iluminación. La banda tiene equipo de sonido y luces propios, hay un grupo de chicos encargado de armarlos y manejarlos. 

En el año 2010 se incorporaron talleres de escenografía, máscaras, disfraces, marionetas y danzas. Esto permitió mejorar notablemente el espectáculo para el público. La dinámica y el crecimiento de este trabajo llevaron a la creación de la Asociación Mutual de Arte popular Los Sikuris, con el objetivo de extender la experiencia hacia otros sectores de la comunidad y hacia otras disciplinas artísticas. La Mutual trabaja junto con las escuelas del barrio.

A lo largo de todo este proceso, se aprecian grandes progresos en el aspecto musical: responsabilidad en el estudio y cuidado de los instrumentos, disciplina, respeto y ayuda a los compañeros con dificultades, conciencia de grupo, excelente asistencia a los ensayos y actuaciones, responsabilidad, independencia (a partir de esta experiencia surgieron dos bandas, una de rock y otra de cumbia, que funcionan independientemente).

El aplauso del público, las notas periodísticas, la difusión de los temas por los medios masivos de comunicación, el reconocimiento de los chicos de la misma edad, son aspectos que han contribuido al fortalecimiento de la autoestima, a la valoración del trabajo y a la reafirmación de una identificación positiva del grupo al punto tal que la escuela es conocida por muchos y nombrada como “la escuela de los sikuris”.

Fuente: Prensa Municipalidad de Azul

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