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28/06/2011 - 21:38:49 hs.

“La actual Corte exhibe una vocación de independencia de criterios bastante notable, inclusive en muchas decisiones que molestan al Poder Ejecutivo”

“La actual Corte exhibe una vocación de independencia de criterios bastante notable, inclusive en muchas decisiones que molestan al Poder Ejecutivo” Así se refirió el constitucionalista Daniel Alberto Sabsay en la charla sobre “Corte Suprema y Estado de Derecho” del pasado viernes 24 de junio, organizada por el Instituto de Derecho Público del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Azul.

Organizada por el Instituto de Derecho Público del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Azul, el pasado viernes 24 de junio con éxito tuvo lugar la anunciada disertación del reconocido abogado constitucionalista Daniel Alberto Sabsay.
Con el objetivo de brindar una charla abierta a todo público sobre el tema de actualidad “Corte Suprema y Estado de Derecho”, el especialista Daniel Alberto Sabsay visitó por segunda oportunidad la ciudad de Azul.
La presentación del Dr. Sabsay estuvo a cargo del presidente de la entidad colegiada Dr. David Cordeviola y del coordinador del Instituto de Derecho Público Dr. Carlos Fernández Ribet.

La charla desarrollada por el especialista giró en torno al tema “Corte Suprema y Estado de Derecho”. En primer lugar, caracterizó la relación Corte Suprema y Estado de Derecho para luego repasar qué ha pasado con la Corte Suprema que se conformó a partir del 2003 desde un decreto que implicó una autolimitación de las facultades del presidente en la elección de sus miembros, y por último realizó un repaso en materia de derechos y garantías fundamentales sobre distintos ejes de la labor de la actual Corte Suprema.

En primer término, explicó que “la Corte Suprema en un Estado de Derecho es el organismo de control por antonomasia, porque la función de control es la más importante dentro de un sistema democrático velando por la efectiva vigencia de este sistema conformado por principios entre los cuales está el de separación de poderes y que tiene como subprincipio la independencia de la justicia”.

Pensando en nuestra historia, se refirió a que “el modelo de Poder Judicial fue tomado de los Estados Unidos de América y su Constitución de Filadelfia de 1787” pero con “otras características estructurales”. Según su explicación, el modelo de los Estados Unidos es “una forma de estado federal genuina” porque “si uno sigue los pasos para la integración de la Corte Suprema de ese país lo que primero llama la atención es el modo independiente, público y transparente con que se llevan a cabo esos pasos: primero desde el Ejecutivo en la designación y luego y sobretodo en el Congreso particularmente en el Senado”.

“Pero históricamente en nuestro sistema esto no es así. No tenemos un federalismo de ese rigor, los senadores operan más como representantes de partidos o de gobiernos que como emanaciones de la autonomía de determinados estados y hasta hace muy poco tiempo la designación de los miembros de la Corte se llevaba en sesiones secretas”, continuó diciendo Sabsay en su charla.

“Si comparamos evoluciones constitucionales, la de los Estados Unidos fue una continuidad constitucional perfecta, es decir, cada gobierno no formó su propia Corte, las Cortes se fueron sucediendo de manera natural en función de los grandes principios que ilustran la inamovilidad de los jueces mientras dure la buena conducta”.

En otro momento de su disertación puntualizó que “si repasamos los períodos de nuestra Corte vamos a ver que ella tiene que ver con distintos gobiernos, lo cual de por sí es algo chocante”.

En este sentido, “desde 1983 no avanzamos mucho” lo que quedó demostrado con “el episodio de los ’90 con la denominada Corte de la mayoría automática y el modo como se produjo el cambio con la extensión del número para diluir una determinada mayoría y tener así una Corte que ‘hiciera la corte’ al gobierno de turno”, recordó en su disertación.

A continuación, hizo alusión al decreto 222/03 de autolimitación de las facultades del presidente para la designación de miembros de la Corte que, según su visión “permitió la conformación de una Corte que tiene características bastante poco usuales en la historia institucional argentina en el sentido de que, más allá que estemos de acuerdo o no con sus decisiones, la actual Corte exhibe una vocación de independencia de criterios bastante notable, inclusive en muchas decisiones muy molestas para el Poder Ejecutivo”. Por lo que “hoy el problema es cómo hace la Corte para que se cumplan esas sentencias que molestan al Poder Ejecutivo”, expresó Sabsay en su introducción.

Es así como a lo largo de su charla el prestigioso constitucionalista abarcó distintos ejes de análisis de la Corte del período 2003-2011 a través de una selección de fallos que, según su explicación, implicaron una modificación muy importante en la doctrina de la Corte Suprema. Los ejes fueron: crímenes de lesa humanidad -caso Simón-; garantías constitucionales -amparo y artículo 43 de la Constitución-, funcionamiento de la Corte –acordadas-, fallos en materia laboral y de seguridad social, libertad sindical, discriminación, derechos colectivos y difusos, ambientales, y libertad de expresión.

En la última parte de su disertación, el Dr. Sabsay realizó una síntesis con las conclusiones de su revisión de lo que consideró “las líneas más importantes de la jurisprudencia de esta Corte” remarcando la importancia institucional que la misma tiene en la consolidación de un Estado de Derecho: “Es contradictorio lo que nos ha pasado en este nuevo período de nuestra vida institucional 2003-2011. Se inicia con una limitación institucional muy interesante –decreto 222/03-” pero “este objetivo no iba a durar mucho y una primera pauta de que no iba a durar fue la reforma en el 2006 del Consejo de la Magistratura con un sentido opuesto y lejos de limitar a los poderes políticos en la posibilidad de interferir en la actividad del poder judicial”.

Por otro lado, indicó que la Corte “ha demostrado de a poco una vocación de independencia de criterio notable”. Pero que sin embargo “más allá de eso, que es un primer paso, el trabajo de reforma que se hizo en la Corte en los estadios inferiores no se ha hecho y por lo tanto hay una suerte de disonancia y de desproporcionalidad de lo que pasa en la cabeza y lo que pasa más abajo. Además, nos preocupa particularmente el hecho de que los fallos de la Corte Suprema están en una nebulosa en cuanto a si van a ser o no respetados”.

Es así como la charla se desarrolló con éxito en la sede de Av. Perón Nº 514 de Azul extendiéndose a lo largo de más de una hora con un rico intercambio final entre el disertante y los asistentes.

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