Cerrar

Cerrar


Agua y Aceite

Espacio para publicidad

Seguinos en:

El Estadio Futbol 5
Panaderia Azul

04/06/2018 - 10:28:22 hs.

En junio comienza \"Paisanazo\", el ciclo de arte popular del Espacio Cultural Pedro Paisano Frías

En junio comienza \  A partir del sábado 9 de junio, el Espacio Cultural Pedro Paisano Frías -sito en Moreno y Guaminí- será el escenario del Ciclo de Arte Popular "Paisanazo". Durante diferentes fechas, artistas populares (en su mayoría azuleños) dispondrán de un espacio abierto de expresión.

Hasta el momento están previstos 6 encuentros, en los que se conjugarán la música, la poesía, la fotografía, la pintura y demás expresiones artísticas populares (probablemente radio en vivo).

La primera fecha de “Paisanazo” tendrá lugar el sábado 9 de junio, a las 21 horas. La expresión central de esa noche será el concierto de Paisaje Sur Trío, integrado por tres guitarristas de gran trayectoria en la ciudad de Azul y la zona: Juan Carlos Maddío en guitarra y guitarrón, Gustavo “Coco” Bigalli en guitarra y requinto, y Juan Ramírez en guitarra.

PST aborda un repertorio de música de raíz folclórica de la provincia de Buenos Aires y de la Argentina, y ritmos de distintas músicas de Latinoamérica. También composiciones y arreglos de músicas propias, recorren entre triunfos, huellas y milongas, un repertorio de identidad bonaerense y Argentina.

Durante las sucesivas fechas de “Paisanazo”, en lo que a recitales se refiere, se presentarán en el Espacio Cultural Pedro Paisano Frías Gabriel Goyenetche, Turco Chiodi, Sudaca Trio y Paula Villamayor. Una jornada “anexa” pero representativa del espíritu que motoriza este ciclo, quedará determinada por la presentación -en fecha a confirmar- del periodista Gustavo Veiga, quien se desempeña en el diario Página 12 y en distintos medios gráficos nacionales. La reedición de su libro “La vuelta al fútbol en 50 historias” es la razón que propicia la inquietud  de Veiga de llegarse hasta Azul.

¿Por qué este ciclo de arte popular? ¿Por qué en este espacio cultural?

Alteridad. Ahora bien, ¿alternativa a qué?

En este momento (el corte sincrónico es válido), proponer un espacio cultural que en el imaginario social vernáculo se dibuja propio al universo de mitín, como epicentro de un ciclo de arte popular es un gesto que encierra un mensaje: la expresión artística necesita de lugares que contengan entre sus aspiraciones la expresión del pueblo, porque no debemos perder la noción sobre que el arte (que produce sensaciones que fugan de los límites del lenguaje muchas veces) es una terrenal manifestación del pueblo.

Pero con el lugar no alcanza, porque en los lugares no siempre hay un espacio. Y el Pedro Paisano Frías se renueva como un espacio abierto a los artistas locales, y con una apetencia que en la convivencia interna de quienes le dan razón de ser (a partir de un ejercicio de memoria que no sabe de interrupciones), las ansías van mutando en suerte de concupiscencia.

El Ciclo de Arte Popular es la consecuencia visible de un cóctel agridulce cuyos principales ingredientes son los anhelos y los cuestionamientos. Anhelar el poder delinear un espacio de expresión que funcione en las antípodas de aquellos que son concebidos como horno de mercancías, allí donde los artistas son valorados (y promovidos y mimados) sólo cuando son artífices de recaudaciones monetarias. No somos quienes para invalidar de facto, pero dicha concepción es a la que este ciclo se ofrece como alternancia, y con mayor sustrato cuando el que impone esos condicionantes es el gobierno de turno.

Un artista debe ser valorado por su capacidad de conmover al pueblo, por la propia sensibilidad que va a hermanarlo o va divorciarlo de los acontecimientos que inciden sustancialmente en la cotidianidad de sus conciudadanos (no implica “panfletear” el arte), por entender que su obra es una opinión política (concepto que bajo su techo ampara a todo aquello que intrínsecamente actúe sobre la materialidad social, el estado de ánimo incluido). El Ciclo de Arte Popular, una “paisanada” en la pretendida tierra quijotesca, es un espacio despojado en un lugar bien definido, identitario de una aspiración ante la vida: reivindicar las señas particulares de todos quienes pretenden la plenitud del pueblo que los involucra. Y el arte nutre esa plenitud. Porque aún en el súmmum de la expresión fantástica, el arte -tal lo reivindicó Jean Paul Sartre- no es gratutito, “todo arte se hace para el hombre”.

Fuente: Prensa Peronismo 26 de Julio

Volver

Todos los derechos reservados para Agua y Aceite 2010 rayosequisradio@gmail.com

Desarrollado porBestialmotions